Nos entristece profundamente recibir la noticia de que muchos soldados han perdido la vida y muchos otros han resultado heridos como consecuencia del ataque perpetrado hoy (29 de agosto) con drones armados y misiles balísticos contra la base militar de Al Anad, bajo control de la Coalición Árabe en la provincia de Lahj, en Yemen.

Deseamos la misericordia de Dios a los que perdieron la vida en este atroz ataque, una pronta recuperación a los heridos, y transmitimos nuestras condolencias al pueblo amigo y hermano y al Gobierno de Yemen.

Es necesario que todas las partes se den cuenta de que la guerra civil, que se prolonga desde hace casi siete años en Yemen, sólo puede resolverse por medios pacíficos, y que la continuación del conflicto no aporta más resultados que la profundización de la crisis humanitaria a la que se enfrenta el pueblo hermano de Yemen.

En este contexto, creemos que hay que centrarse en la declaración de un alto el fuego general en todo el país lo antes posible y en una solución política basada en la iniciativa del CCG, el resultado de la Conferencia de Diálogo Nacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.