Condenamos enérgicamente la redada policial en la mezquita de Mevlana, una de las más antiguas y céntricas de Berlín. La sensibilidad que debe mostrarse hacia la santidad de los lugares de culto fue ignorada en este acto atroz.

Es inaceptable que un gran número de agentes de policía allanaran la mezquita por una investigación financiera, cuando la comunidad se reunía para las oraciones de la mañana.

El hecho de que la policía entrara en la mezquita con sus botas bajo el pretexto de una redada y profanara este lugar de culto es inexcusable.

Un acto tan atroz en la capital de un país que intenta dar lecciones a los demás sobre la libertad de expresión y de creencia también da mucho que pensar.

Esta redada no sólo fue contra la comunidad de la mezquita de Mevlana; también fue un acto contra toda la comunidad musulmana, y es inexplicable.

Además, es otro ejemplo más del trato parcial, discriminatorio y desproporcionado de la comunidad musulmana, cuyo número se acerca a los cinco millones en Alemania.

Las autoridades alemanas deben comprender el hecho de que los musulmanes son parte integrante de Alemania y poner fin a su exclusión y marginación.