La declaración de la Comisión Internacional de Libertad Religiosa de EE.UU. (USCIFR) sobre las operaciones "Garra-Aguila" y "Garra-Tigre" que se están llevando a cabo contra la organización terrorista del PKK anidada en Iraq, es una vez más una otra observación infundada por parte de esta comisión.

Es vergonzoso, por decir lo menos, para esta comisión que pretende defender la libertad religiosa, criticar nuestra lucha contra el terrorismo y convertirse en un instrumento de la propaganda negra del PKK, una organización terrorista también designada como tal por EE.UU., al ignorar sus atrocidades perpetradas en Iraq y sus ramificaciones del PYD/YPG en Siria contra las poblaciones locales, incluidos los kurdos, que no aceptan sus políticas divisorias y sus métodos terroristas.

Hoy en día, los activistas yezidis y las autoridades locales también afirman que decenas de miles de yezidis no pueden regresar a su tierra natal debido a la opresión del PKK, y los que lograron reasentarse se enfrentan a las atrocidades de la organización terrorista que ha anidado en Sinjar aprovechando la lucha contra el DAECH. Los arameos también sufren una persecución sistemática por parte de esta organización terrorista, sus escuelas están cerradas, sus hijos son reclutados por la fuerza y se les quita a sus familias. Es lamentable que los llamados defensores de los derechos humanos hayan hecho oídos sordos a estos hechos en la región. Por lo tanto, no podemos aceptar en ningún caso que dicha Comisión sea el paladín de la organización terrorista distorsionando las verdades.