Nº 211, 24 de julio de 2015

Turquía ha sido acusada una vez más de manera injusta por la decisión sobre la "conmemoración del centenario del genocidio armenio", aprobada por la Cámara de Representantes de Bélgica el 23 de julio de 2015. Esta decisión ha distorsionado los hechos históricos y ha hecho caso omiso de la ley.

La mencionada decisión constituye el último paso en las actividades que se han convertido en una campaña para empañar la identidad e historia turcas desde el inicio de 2015, en Bélgica. La declaración del Primer Ministro de Bélgica, Sr. Charles Michel de 18 de junio de 2015, las prácticas antidemocráticas incompatibles con los derechos y libertades fundamentales, en particular con la libertad de expresión a la que ha sido sometidos los políticos que expresan diferentes puntos de vista; y por último el grave cuadro que surgió con la decisión de la Cámara de Representantes de Bélgica de fecha 23 de julio de 2015, también ha sido lamentada por la comunidad turca de Bélgica y ha llegado a una etapa que afecta profundamente nuestras relaciones bilaterales.

Es difícil comprender que en un período cuando Europa se enfrenta a graves problemas como la crisis económica, la Cámara de Representantes está dedicando sus esfuerzos para garantizar el bienestar de sus ciudadanos, en una cuestión extranjera a la naturaleza de las relaciones entre Turquía y Bélgica y sobre la que no existe un consenso histórico, jurídico, académico o político, y que actúa como si fuera su abanderada.

Debe entenderse que esta decisión y otras similares no sirven a los intereses de la reconciliación turco-armenia de ninguna manera. Condenamos firmemente esta decisión acusando injustamente nuestra historia y haciendo caso omiso de los hechos históricos y la memoria del pueblo turco.